Tan importante como protegerte los ojos tú, es proteger la vista de tus hijos. Ellos no saben expresar si la luz del sol les molesta o no, y lo cierto es que la radiación UV-A del sol es igual o más nociva para ellos que para un adulto. Esto es porque sus ojos todavía están en fase de crecimiento y desarrollo. No te olvides de los más peques este verano y protege sus ojos al igual que lo haces tú.